Las sucesivas generaciones de variedades autoflorecientes son el resultado de programas de crianza para introducir y estabilizar el cualidad de autofloración en algunas de las mejores y más famosas genéticas de Sweet Seeds®.
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Las autoflorecientes necesitan cuidados regulares adaptados a cada cepa para que puedas poner en cobro todos sus frutos en el momento de la cosecha. Por eso, entender en qué se diferencian las autoflorecientes de las plantas fotoperiódicas comunes es esencial para una buena cosecha.
El brinco generacional lo establecemos cada ocasión que se produce un salto cualitativo a nivel genético suficientemente significativo, normalmente oportuno a la hibridación con una nueva genética fotodependiente de incorporación calidad, que aleja genéticamente a las nuevas cepas autoflorecientes de sus ancestros de Cannabis Ruderalis.
Podríamos decir que las semillas autoflorecientes proporcionan una cosecha de fácil trabajo pero de una alta calidad.
Cuando decidimos cultivar en interior una variedad autofloreciente, es probablemente cuando más notamos que existen diferencias sustanciales entre éstas y las variedades fotodependientes. Triunfadorí como normalmente en feminizadas lo primero que aprendemos a la hora de cultivar en interior es que el fotoperiodo durante la etapa de crecimiento es de 18/6 y durante la grado de floración es 12/12, cuando se proxenetismo de autoflorecientes lo que necesitamos es que reciban una buena cantidad de horas de candil para obtener el mayor rendimiento.
Disfruta de nuestro catálogo y escoge tu preferida de entre read more cientos de semillas autos diferentes de los mejores bancos de relato en el mercado y aún os recomendamos probar las autos de nuestra casa que no te defraudarán.
La producción media de estas plantas oscila entre los 30 y 60 gramos, dependiendo evidentemente de la variedad escogida. Las autoflorecientes necesitan mucho Sol u horas de faro para atinar buenos cogollos y producción.
Desde nuestro punto de presencia, existen dos razones principales que han provocado el aumento de calidad que han experimentado estas genéticas autoflorecientes desde las primitivas cepas salvajes de Cannabis Ruderalis hasta llegar a las actuales autoflorecientes de última concepción. En primer lugar, la condición antes mencionada de trabajar con poblaciones de semillas y en cada engendramiento realizar selección de parentales, esto obliga a que la población esté en constante transformación hacia el extremo de caracteres deseables mientras exista presión selectiva del criador y exista variabilidad en la piscina genética.
Aunque de forma admirable en los inicios de nuestros primeros programas de selección y mejora de nuestras primeras variedades autoflorecientes, en Sweet Seeds hemos utilizado semillas regulares (producen machos y hembras), a partir de entonces todo nuestro trabajo de crianza de variedades automáticas se ha realizado con desaparición de machos, es opinar los receptores del polen siempre son hembras y los donantes de polen siempre son hembras a las que se ha invertido el sexo.
Creemos que esta es la mejor forma de apoyar el autocultivo y el autoconsumo responsable, e impedir el mal uso que pueda hacerse de nuestras semillas.
Las plantas de cannabis autoflorecientes son ahora un cultivo muy productivo. Con rendimientos de hasta 150 gramos (5+ onzas) por planta, son comparables en tamaño y rendimiento a las variedades de fotoperíodo. En cuanto a la potencia, las autoflorecientes se han cultivado con cepas índica y sativa que ofrecen niveles de THC y CBD iguales o incluso mejores que los de las variedades de cannabis normales.
Sí, las semillas autoflorecientes son ideales tanto para cultivos interiores como exteriores oportuno a su facilidad de manejo y rápido ciclo de vida.
Estas características hacen que las plantas autoflorecientes se estén convirtiendo en las preferidas, sobre todo durante los meses de primavera y verano, para su cultivo en extranjero.